sábado, 5 de febrero de 2011

El pueblo elegido por dios


Israel ya es historia. Ya no reconocemos al estado de Israel. No hay vuelta atrás. El estado de Israel ha violado el reconocimiento mundial y no conseguirá la paz hasta que deponga las armas. El estado de Israel, en su forma actual es historia.

No hay vuelta atrás. Es hora de aprender una nueva lección: Ya no reconocemos el estado de Israel. No pudimos reconocer el régimen de apartheid de Sudáfrica, ni reconocimos tampoco el régimen afgano de los Talibán. También hubo muchos que no reconocieron el Irak de Saddam Hussein o las limpiezas étnicas de los serbios. Tenemos que hacernos a la idea: El estado de Israel en su forma actual es historia.
No creemos en la idea de un pueblo elegido por dios. Nos reímos de la arbitrariedad de este pueblo y lloramos sus fechorías. Actuar como el pueblo elegido por dios no solamente es estúpido y arrogante, pero también es un crimen contra la humanidad. Lo llamamos racismo.

Límites a la tolerancia

Hay límites a nuestra paciencia, y hay límites a nuestra tolerancia. No creemos en promesas divinas como justificación para la ocupación y el apartheid. Hemos dejado la edad media atrás. Nos reímos con intranquilidad de aquellos que aún creen que el dios de la flora, fauna y las galaxias ha escogido a un pueblo en particular como su favorito y les ha dado tablas de piedra ridículas, arbustos ardiendo y licencia para matar.
Llamamos a los asesinos de bebés "asesinos de bebés" y nunca aceptaremos que gente así tenga un mandato divino o histórico para excusar sus atrocidades. Simplemente decimos: Vergüenza sobre todo apartheid, vergüenza sobre las limpiezas étnicas y vergüenza sobre cada ataque terrorista que golpee a los civiles, lo ejecute Hamas, Hezbollah o el estado de Israel!

El arte de la guerra sin escrúpulos

Reconocemos y prestamos atención al la profunda responsabilidad de Europa en la situación apremiante de los judíos, en el vergonzoso acosamiento, en los pogromos y en el Holocausto. Era históricamente y moralmente necesario para los Judíos tener su propia patria. No obstante, el estado de Israel, con su arte de la guerra sin escrúpulos y sus repugnantes armas, ha masacrado su propia legitimidad. Ha quebrado sistemáticamente la legalidad internacional, convenciones internacionales e incontables resoluciones de la ONU y ya no puede esperar protección de las mismas. Ha bombardeado por saturación el reconocimiento mundial. ¡Pero no temaís!. La tribulación pronto terminará. El estado de Israel ha visto su Soweto.

Ahora estamos marcando un hito. No hay vuelta atrás. El estado de Israel ha violado el reconocimiento mundial y no tendrá paz hasta que deponga sus armas.

Sin defensas, sin piel

Que el espíritu y la palabra rompan los muros del apartheid israelí. El estado de Israel no existe. Ahora está sin defensas, sin piel. Que el mundo por tanto tenga piedad de la población civil; pues nuestras profecías de perdición no están dirigidas a los individuos civiles.
Deseamos a la gente de Israel el bien, nada más que el bienestar, pero nos debemos de reservar el derecho de no comer naranjas de Jaffa mientras que sean nauseabundas y venenosas. Se pudo sobrevivir algunos años sin comer las uvas azules del apartheid.
Celebran sus triunfos
No creemos que Israel lamente más los cuarenta niños libaneses asesinados que los cuarenta años pasados en el desierto hace tres mil años. Tomamos nota de que muchos israelíes celebran esos triunfos de la misma manera que una vez aclamó las plagas del señor como "castigo adecuado" para la gente de Egipto. (En esta historia, el Señor Dios de Israel aparece como un sádico insaciable.) Nos preguntamos si la mayoría de Israelíes piensa que la vida de un Israelí vale más que cuarenta vidas palestinas o libanesas.

Pues hemos visto imagines de pequeñas niñas israelíes escribiendo odiosos saludos en las bombas a punto de ser lanzadas sobre las poblaciones civiles de Líbano y Palestina. Las pequeñas niñas israelíes no son lindas cuando se pavonean con regocijo sobre la muerte y el tormento del otro lado del frente.

La retribución de la venganza de sangre

No reconocemos la retórica del estado de Israel. No reconocemos la espiral de retribución y violencia que proviene de "ojo por ojo y diente por diente". No reconocemos el principio de diez o mil ojos árabes por un ojo israelí. No reconocemos el castigo colectivo o la disminución de población como arma política. Han pasado dos mil años desde que un rabino israelí criticó la vieja doctrina de "ojo por ojo y diente por diente".
El dijo "haz a otros lo que te gustaría que te hicieran a ti". No reconocemos un estado cimentado en principios anti humanísticos y en las ruinas de una religión arcaica, nacionalista y belicosa. O, como Albert Schweitzer lo expresó: "Humanitarismo nunca consiste en sacrificar un ser humano por una causa".
Compasión y perdón
No reconocemos el antiguo reino de David como modelo para un mapa del Oriente Medio del siglo 21. El rabino judío revindicó hace dos mil años que el reino de Dios no es una restauración marcial del reino de David; el reino de Dios está entre nosotros y con nosotros. El reino de Dios es compasión y perdón.
Dos mil años han pasado desde que el rabino judío desarmó y a grandes trazas humanizó la vieja retórica de la guerra. Incluso en su época los primeros terroristas Sionistas estaban actuando.

Israel no escucha

Durante dos mil años hemos ensayado el programa de estudios del humanismo, pero Israel no escucha. No fue el Fariseo el que ayudó al hombre tirado al lado del camino que había caído presa de los bandidos. Fue un Samaritano; hoy diríamos un Palestino. Somos humanos antes que nada ? luego cristianos, musulmanes o judíos. O como dijo el rabino judío: "Y si solamente saludas a tus hermanos, ¿qué más haces que los demás?". No aceptamos el secuestro de soldados. Pero tampoco aceptamos la deportación de poblaciones enteras o el rapto de parlamentarios elegidos legalmente y de ministros del gobierno.

Reconocemos el estado de Israel de 1948, pero no el de 1967. Es el estado de Israel el que no reconoce o respeta el estado internacionalmente legal de Israel de 1948. Israel quiere más ? más agua y más pueblos. Para obtener esto están aquellos que quieren, con la asistencia de Dios, una solución final al problema palestino. 'Los palestinos tienen tantos países más', han argumentado ciertos políticos israelíes; nosotros solamente tenemos uno.

¿EEUU. o el mundo?

O como el mayor protector del estado de Israel lo expresa: "Que Dios continúe bendiciendo América". Una pequeña niña se dio cuenta de esto. Se volvió a su madre diciendo: "¿Por qué el presidente siempre termina sus discursos con 'Dios bendiga a América'? ¿Por qué no dice, 'Dios bendiga al mundo'?".
Luego hubo un poeta noruego que dejó este suspiro infantil salir de su corazón: "¿por qué la humanidad progresa tan lentamente?". Fue el que escribió tan bellamente sobre los judíos y las judías. Pero rechazó la noción de pueblo elegido por Dios. El personalmente prefería llamarse musulmán.

Calma y piedad

No reconocemos el estado de Israel. Ni hoy, ni en este escrito, no en la hora del dolor y la ira. Si la nación israelí entera cayese ante sus propias artimañas y partes de su población tuvieran que huir de sus áreas ocupadas hacia otra Diaspora, entonces diríamos: Que sus alrededores se mantengan en calma y les muestren piedad. Es un crimen eterno, sin circunstancias atenuantes, el poner la mano sobre refugiados y gente sin patria.
Paz y libre paso para la población civil evacuada ya no protegida por un estado. ¡No dispareís a los fugitivos!. ¡No les apunteís!. Ahora son vulnerables ? como caracoles sin caparazón, vulnerables como las lentas caravanas de refugiados Palestinos y Libaneses, indefensos como las mujeres, niños y ancianos de Qana, Gaza, Shabra y Shatilla. Dad cobijo a los refugiados israelíes, ¡dadles leche y miel!.
Que ningún niño israelí pague con su vida. Demasiados niños y civiles han sido asesinados ya.

*Jostein Gaarder, hizo esta publicación en Noruega, y tras muchas presiones dijo que nunca se publicarían en otra lengua. Ahora la tenemos en español. Este es el escritor judío y famoso por ser el autor "el mundo de Sofía". Traducción de J. Illi al español se basa en la traducción del noruego al inglés por el Nork Israel Senter.

CRF
ADAN CHAPARRO
CI:17501640
WEB:http://www.marxismo.org/?q=node/1941

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