sábado, 5 de febrero de 2011

Anticapitalismo ¿De qué va la copla?


No hace mucho tiempo que algunos amigos me achacan de ser demasiado don Óptimo en cuanto a la crisis y desprestigio del neoliberalismo. Los últimos datos parecen confirmar que dicha crisis, y su desprestigio son inclusos mayores…

Nos encontramos en una tesitura paradójica. Es posible que el prestigio del capitalismo se encuentre en uno de sus momentos más bajos. Su incapacidad es más evidente, afecta a cuestiones tan determinantes como la misma existencia de un mañana en el mundo que conocemos, y se manifiesta prácticamente en todos los terrenos, sin embargo, a pesar de la gravedad de lo que estamos viviendo, no existe un frente del rechazo del sistema capaz que sea capaz de dar pasos significados en la correlación de fuerzas…

Cuando se habla del reflujo que ha conocido el movimiento social en las últimas décadas, se suele argumentar que, al fin y al cabo, siempre han existido flujos y reflujos, y la argumentación se podía ilustrar con datos concretos. Por lo tanto eso es cierto. Pero no lo es menos que ahora partimos de una suma de derrotas más devastadoras que nunca. Quien no entienda esto no podrá entender todo lo demás.

Esa derrota marcó el final del siglo XX. Y no tuvo lugar –al menos no principalmente- por una contrarrevolución preventiva de la que el franquismo fue quizás el ejemplo histórico más aniquilador y prolongado. En el curso de los ochenta, la restauración burguesa armada con las teorías neoliberales comenzó un ciclo triunfante hasta tal extremo que su victoria llegó aparecer definitiva, y por más que esta secuencia ya ha iniciado su fase de declive, todavía estamos ahí.

Dicha victoria fue antes que nada una derrota de la izquierda tradicional. Así:

a) El sistema del "socialismo real" instaurado después de la II Guerra Mundial, se descompuso como un castillo de naipe. La URSS que había resistido el cerco imperialista e los años veinte (hasta 1929 las cancillerías siguieron con la hipótesis de una restauración armada), y que hacía conseguido derrotar la ocupación nazi con un coste humano sin precedente en la historia, vivió una revolución boca debajo de la que emergió una nueva clase capitalista que se había ido gestando desde principios de los años veinte.

b) Esta descomposición hizo que el mundo basculara hacia la unipolaridad, y que en el mismo batacazo fueran cayendo los partidos comunistas (como el francés o el italiano que habían hegemonizado la resistencia, o el PCE que había sido "el Partido" del antifranquismo), la veja socialdemocracia mudó de piel.

c) La crisis del nacionalismo tercermundista se manifestó con datos como la desnaturalización del sandinismo, y la conversión del ANC sudafricano en partido de gobierno que cambia las leyes pero que no toca un pelo la estructura social.

d) Por la misma descomposición tiene lugar la crisis del sindicalismo combativo, y su reconversión a la "norteamericana", o sea por la senda colaboracionista-instalada de la AFL-CIO.

e) Todo esto hace que se puede decir (como hizo Oscar Lafontaine), que el anticomunismo se hiciera mucho más fuerte que el anticapitalismo, y que por lo mismo, los valores dominantes del triunfal-capitalismo llegaran a instalarse entre la misma izquierda tradicional, hipotecada dentro del juego institucional…

f) Esto ha hecho que tanto la política como el sindicalismo estén ocupados por "profesionales integrados", y que hayan tenido que transcurrir varias generaciones para que comience a surgir una nueva franja militante…

Fuera de este ámbito en verdad totalitario el sistema había codificado el discurso de la "libertad" como lo contrario del socialismo, y no existe la menor duda que este discurso ha tenido una influencia extraordinaria entre las generaciones nacidas después del naufragio que se encontraban con el descrédito de una veja izquierda que había renunciado a sus ideales, y que ahora actuaba abiertamente como cómplice de un sistema al que había renunciado a cambiar…

Centenares de antiguos radicales buscaron su lugar al sol, y durante una larga travesía, los "resistencialistas" (los que persistían en su rechazo a pesar de que la realidad había cambiado), se encontraron rodeados por todas partes, asediados por conocidos de una lado u otro que le venían a decir, ¿pero tú todavía sigue con tus quimeras?. Esa ra la respuesta más habitual cuando el "resistencialista" trataba de hacer agitación en el trabajo o en relación a cuestiones tan reveladoras como el racismo con sus hileras de víctimas innombrables en el Estrecho.

Llegados aquí, la conclusión es simple. No habíamos vivido un reflejo como tantos otros, sino una derrota sin precedentes. Se habían descompuesto hasta los escalones más básicos. Antes, cuando se daba una agresión hacia las clases desposeídas, y un sector significado de los viejos sindicatos comenzaban a moverse. Así, antes del mayo del 68 se habló largo tiempo de las "huelgas salvajes". En Bélgica hubo una huelga general cuya chispa fue iniciada por una corriente sindicalista revolucionaria con el asesoramiento de un tal Ernest Mandel... Lo que vino después tuvo su punta de lanza en las universidades (donde el peso de los "aparatos" era mucho menor), y transcreció gracias una juventud obrera "contaminada" por la nueva izquierda, y que acabó reanimando a lo mejor del viejo movimiento obrero.

¿Qué ha cambiado en los últimos tiempos?

Es el comienzo del final del neoliberalismo. De momento ya han aparecido "alternativas" en América Latina: Venezuela, Bolivia, Ecuador…Se han desarrollado enormes movimientos de protestas. Entre la gente llana, cada vez está más claro que con pretexto de la "libertad" se está desmantelando lo que queda del "Estado social", y que las conquistas que tuvieron lugar en los sesenta-setenta están siendo cercenadas…Hoy resulta perfectamente factible hacer agitación capitalista en los lugares de trabajo, entre los amigos o la familia. Se está desarrollando un nuevo sentimiento crítico, y está surgiendo una nueva franja militante con conciencia de lo que está en juego, con una crítica al pasado inmediato, al porque y al como de las derrotas, y que está recuperando y ampliando el enorme caudal crítico de la tradición socialista que había conocido una impresionante puesta al día en lo sesenta-setenta…

Pero estamos todavía en los preludios. Los escenarios políticos y sindicales siguen estando ocupados por los funcionarios que ante todo temen perder sus propios privilegios, que no son pocos. Durante mucho tiempo, el sistema ha sabido perfeccionarse siguiendo las pautas yanquis: bipartidismo, la política y el sindicalismo como un negocio, pesebres mediáticos para conformistas reinsertados. Estos privilegios están comenzando a mostrarse como lo que son, una forma de corrupción.

Lo que hace poco más de un año parecían manifestaciones de impaciencia, comienza a mostrarse como realidades factibles. Pero este avance no podrá darse sobre las bases que antes nos llevaron al desastre, ni tan siquiera con la mera puesta al día de las grandes ideas. Habrá que dar nuevas respuestas a nuevos problemas. Eso será posible como lo fue antaño, con el trabajo de una fracción que tiene una apreciación elaborada y clara de o que ahora toca hacer…En este punto, la formación política en la medida en que se dan pasos, será fundamental…

Personalmente, creo que nadie representa mejor esta apuesta como Izquierda Anticapitalista. Pero eso es alo que no se proclama sino que se habla y discute con todos los amigos y amigas que desde el mismo tajo trata de dar un nuevo paso adelante.

Que nadie dude que lo estamos dando


CRF
ADAN CHAPARRO
CI:17501640
WEB:http://www.marxismo.org/?q=node/2197

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